Desde hace unos años, 2016, los tipos de interés de la zona euro se mantienen en mínimos históricos, llegando a ser negativos.
Por un lado, esto ha beneficiado a las empresas necesitadas de financiación, que han visto abaratarse sus costes financieros (otra cosa son las garantías exigidas por los bancos) dando así aire a las exiguas cuentas de resultados que se arrastran desde el inicio de la crisis.
Por otro lado, ha perjudicado a quienes han tenido excedentes de tesorería y han visto que cualquier tipo de inversión conservadora (IPFs, deuda pública, fondos de inversión en renta fija…) era remunerada con importes irrisorios. Esto puede haber favorecido las inversiones (ya sea en equipos, inmuebles, empresas…), pero ese es otro debate en el que no vamos a entrar hoy.
La cuestión es, ¿qué hacemos con nuestra liquidez? ¿es buen momento para endeudarse? ¿como consigo un equilibrio financiero en mi empresa?
Para poder dar una respuesta a estas dudas, tenemos que tener bien definidos los siguientes aspectos:
- Coste de la deuda
- Capacidad de endeudamiento
- Inversiones (CAPEX) previstas a corto, medio y largo plazo
- Previsión de cobros y pagos
- Presupuesto y plan de negocio (al menos a 12 meses)
- Alternativas de inversiones financieras
Sin estos parámetros bien definidos, no vamos a poder tomar una decisión correcta y aséptica, y es muy probable que la empresa se esté: bien sobre-endeudando, bien sobre-capitalizando; y lo más seguro es que esté soportando un sobre coste por cualquiera de estas dos opciones.
Es fundamental realizar un análisis estricto y riguroso de nuestro balance y cuenta de resultados, basado en una correcta imputación de costes y parámetros financieros, así como tener una fluida y estable relación con nuestros bancos, basada en el rigor, la confianza mutua y el respeto del win-win.
Desde Proyectos CIGA podemos ayudarle en implantar los procedimientos necesarios así como acompañarle en sus negociaciones bancarias.
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